lunes, 7 de septiembre de 2009

4º Capitulo

28 de Septiembre


El día tan esperado para partir había llegado, eran las 3:45 de la mañana. No podía dormir porque me sentía muy nerviosa, esperaba que todo el plan que había hecho con Ricardo andara bien; pero él aún no llegaba a mi casa y eso me preocupaba. El plan era que él vendría en la madrugada a buscarme para llevarme a su casa y en la tarde nos iríamos al aeropuerto. Después de media hora, cuando ya por fin estaba alcanzando dormir, sonó un ruido en la ventana. Me levanté apresurada y vi a Ricardo sonriendo abajo. Me sentí muy contenta y le sonreí también. Tomé mis maletas y bajé las escaleras. Cuando estuve a punto de abrir la puerta, me tomaron la mano derecha.

*Germina: ¿Adónde vas, Antonella?
*Antonella: A casa de una amiga.
*Germina: ¿Y por qué esas maletas?
*Antonella: Porque me voy a quedar allá. Germina, déjame vivir ¿Sí?
*Germina: Está bien, odiosa ¡Qué te vaya bien!
*Antonella: (Le saqué la lengua en señal de decirle "Tonta") Sí... Adiós...

Germina en verdad me tenía harta. Abrí la puerta y salí con mis maletas. Por suerte, Germina no vio a Ricardo y me pude ir a su casa. Al llegar fue muy cariñoso conmigo, pude dormir un poco en el sofá de la sala. Muy tierno Ricardo, me trató como una princesa.

*Ricardo: En la tarde te llevaré al aeropuerto. (Sonrió)
*Antonella: La verdad es que me siento un poco nerviosa y por eso no he dormido... (Sonreí)
*Ricardo: Puedes dormir ahora. Todavía es temprano y aún no nos vamos al aeropuerto. Sólo has dormido dos horas.
*Antonella: ¿Ya dormir para qué, Ricardo? Ya no tengo sueño y si me duermo ahora, en la tarde no estaré lista porque estaré peor que un tronco. Así soy cuando tengo el sueño pesado. Mejor es que me quede despierta.
*Ricardo: Entonces desayunemos de una vez.
*Antonella: Está bien.

Desayunamos juntos pan tostado con mermelada de frutas. El tiempo pasó muy rápido y se hicieron las 12:00 del mediodía. Nos fuimos al aeropuerto y llegamos a tiempo.

*Ricardo: ¡Qué te vaya bien! (Me abrazó sonriendo)
*Antonella: Gracias, Ricardo. (Lo abracé sonriendo) Te extrañaré.
*Ricardo: Yo también ¿Me escribirás?
*Antonella: Sí... ¿Y tú?
*Ricardo: Yo también. Nos vemos. Chao.
*Antonella: Chao.

Llegué a una especie de sala de espera para poder abordar el avión en el momento justo. A mi lado se sentó una muchacha joven que se veía muy simpática. Yo no dejaba de mirar a mi alrededor porque veía a muchos jóvenes sentarse en la misma sala. Luego empezaron a llegar más personas, gente de todas las edades. En ese momento la muchacha que estaba a mi lado saca un papel, lo miro fijamente y era el mismo e-mail que había recibido yo hace dos días. Pude ver que se llamaba Ylenia.

*Antonella: ¿También irás a la academia "Esperanza soñadora"?
*Ylenia: Sí... Quiero ser dibujante profesional ¿Y tú?
*Antonella: También voy a la academia, pero voy a dedicarme a la actuación y al modelaje.
*Ylenia: ¡Qué bueno poder encontrar a alguien que también esté por ir al mismo lugar que yo! La verdad es que estoy muy nerviosa por este viaje.
*Antonella: Igual yo, casi no dormí.
*Ylenia: Estamos igual... (Rio)

En ese momento, el cartel de los vuelos que están por salir anuncia que el avión donde nos iríamos está ya en el aeropuerto y que debíamos ir para abordarlo. Ylenia y yo fuimos juntas hasta el avión y conversamos durante el viaje. Teníamos muchas cosas en común y rápidamente nos hicimos amigas. Luego de tres horas, llegamos a Estados Unidos; buscamos por todo el aeropuerto al señor Gregory Phelps, pero no lo encontrábamos. Me alegré de haber conocido a Ylenia porque ella sabía cómo era físicamente el señor Phelps, lo había visto en fotos. En cambio, yo no lo sabía y sin ella estaría totalmente perdida. Me asusté porque durante la búsqueda, me abrazaron por la cadera y me alzaron un poco; creí que me secuestrarían, pero escuché una voz que me calmó.

*Cecilia: (Gritó) ¡Sabía que vendrías! (Sonrió) ¿Cómo te fue en el avión?
*Antonella: (Grité) ¡Cecilia! Bien, todo bien ¿A ti cómo te fue?
*Cecilia: Excelente.
*Antonella: Te presento a Ylenia. Ylenia, ella es Cecilia, quien me metió en toda esta travesía... (Reí)
*Ylenia: (Sonrió) Mucho gusto.
*Cecilia: Igualmente (Sonrió) ¿Buscan al señor Phelps?
*Ylenia: Sí, Yo lo he visto en fotos y me traje una para poder reconocerlo cuando lo encontrara, pero no lo veo... ¿Tú sabes dónde está?
*Cecilia: Sí. Yo llegué hace rato. Él ahora está en el baño... Esperemos aquí hasta que salga.
*Ylenia: De acuerdo.

Cecilia trajo más personas hasta el lugar donde estábamos, nos presentó a una amiga que conoció en el avión camino a Estados Unidos, se llamaba Kary. Todos esperaban la llegada de tres aviones más y del señor Phelps. Me sentí muy nerviosa porque todos hablaban inglés entre ellos, obviamente yo podía entenderlos, pero se notaba que no querían incluir a nadie en sus conversaciones. Se notaban entusiasmados. Al rato, llegó el señor Phelps sonriendo al ver que muchos de los inscritos vía Internet estábamos en el aeropuerto.

*Gregory: Esperemos a que lleguen los tres aviones que faltan y podemos irnos a nuestra sede para que nos presentemos y conozcamos mejor a todos.
*Kary: ¿De dónde vienen los aviones que faltan?
*Gregory: Italia, España y Asia.
*Ylenia: (Sonrió) ¿Italianos? ¡Tendremos amigos italianos!
*Antonella: ¡Genial! (Sonreí) No puedo esperar a que ese avión aterrice aquí... Me encantan los italianos.
*Ylenia: A mí también.

Se nos acercó un muchacho muy atractivo. Me sentí muy nerviosa porque casi no atraía chicos, pero este viaje me cambiaría mucho la vida así que traté de relajarme para poder conversar con él.

*Zac: ¿Ustedes son los nuevos?
*Antonella: Ehm... Bueno, sí... ¿Por qué?
*Zac: Para saber ¿De dónde vinieron?
*Antonella: Ylenia y yo vinimos de Venezuela. Cecilia y Kary de Colombia.
*Zac: ¡Qué bien! Llegaron a tiempo.
*Ylenia: ¿Y tú de dónde vienes?
*Zac: Yo soy de aquí, de Estados Unidos.

Llegaron seis personas más adonde charlábamos con Zac. Eran tres hombres y tres mujeres.


*Christopher:
¡¿Qué hubo, latinos?! (Rio) También somos latinos y vinimos de México.
*Ylenia: ¡Qué bien! (Pensó: "¡Qué metido!") Mucho gusto, Ylenia.
*Christopher: Igualmente. Soy Christopher y ellos son mis amigos Anahí, Dulce María, Alfonso, Christian y Maite ¿Cómo les fue en el viaje?
*Antonella: Muy bien ¿Y a ustedes?
*Alfonso: Bien. Estuvimos muy cómodos ¿Quién se va a dedicar aquí al canto?
*Kary: Yo.
*Anahí: Genial, estaremos juntos... ¿Actuación, modelaje?
*Antonella: Yo... Esas dos.
*Maite: Entonces también te veremos más seguido.
*Dulce María: Sí. Nosotros todos vamos a llevar a cabo esos tres estudios.

Llegaron más personas. Sólo cuatro esta vez, dos muchachos y dos muchachas; ¿es que acaso todos iban a meterse en nuestra conversación? Zac ya se había ido y eso me hizo sentir triste porque pensé que se sintió rechazado. Volteo y lo veo conversando en inglés con una chicas que supuse eran de la academia.

*Felipe: Yo nací en México pero me crié en Argentina. Me llamo Felipe y ellos son mis amigos Camila, Luisana y Benjamín.
*Cecilia: Encantadas.
*Camila: Igualmente ¿Ustedes cómo se llaman?
*Christian: Yo soy Christian y mis amigos son Christopher, Anahí, Alfonso, Dulce María y Maite.
*Cecilia: Yo me llamo Cecilia y ellas son Antonella, Ylenia y Kary.
*Benjamín: (Me tomó la mano cariñosamente) Mucho gusto. (Sonrió)
*Antonella: Ahmm... Igualmente... (Sonreí un poco tímida)

Conversamos un rato más hasta que llegaron más personas... ¿De dónde salieron tantos? Pero los muchachos que venían se veían muy cariñosos y distinguidos, sin duda eran italianos, en seguida llegó otro avión. Un par de horas después, llegó un ser que no supe si era mujer u hombre. Se veía simpático, pero... Para ser sincera me dio miedo. (La persona de la foto)

*Ylenia: ¿Qué es eso?
*Antonella: (Reí nerviosamente) No sé. Es un chino o no sé... ¿Quién es ese?
*Ylenia: O esa... (Rio)
*Antonella: Tienes razón... (Reí)
*Gregory: Ahora es momento de irnos a las van que están reservadas para la academia, de aquí iremos a nuestra sede para celebrar la llegada de todos y cada uno de ustedes a nuestra academia "Esperanza soñadora" Espero se diviertan.

Al salir del aeropuerto habían tres van esperándonos para llevarnos a la sede de la academia "Esperanza soñadora". Me sentí aliviada al saber que ya estaba en Estados Unidos y que nadie me pudo evitar el viaje a última hora. Ylenia y yo nos quedamos dormidas en medio del trayecto.

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